La República Dominicana aún conserva lugares casi desconocidos donde historia y ecología se fusionan.
En la península de Samaná, situada en la República Dominicana, encontraréis desde majestuosas cascadas de aguas cristalinas, a playas vírgenes y exuberantes valles verdes con colinas montañosas bordeadas de cocotales, sin olvidarnos de su santuario de mamíferos marinos que rodea el territorio y donde miles de ballenas jorobadas acuden a reproducirse y dar a luz.
La belleza de las magníficas playas de suave arena blanca de Samaná se extiende a lo largo de una línea costera de 1.600 kilómetros. Las parejas amantes de la aventura y la naturaleza no podrán evitar enamorarse de Cayo Levantado, una reserva de manglares que se encuentra en el Parque Nacional Los Haitises con ecosistemas de manglares, estuarios, ensenadas, mogotes (montañas cónicas) y la bahía de San Lorenzo.
Entre los destinos más conocidos de Samaná destaca la zona de Las Galeras. En sus playas podrás comer pescado fresco, degustar un refrescante agua de coco o simplemente hacer un tour en bote para avistar a las ballenas o acceder a Playa Frontón sin necesidad de hacer senderismo. La zona de Las Terrenas, por su parte, ofrece a los visitantes exclusivos hoteles de lujo, resorts todo incluido y villas privadas, así como una gran variedad de zonas de ocio, famosos restaurantes y locales de efervescente vida nocturna. Sus playas más cercanas son auténticos espectáculos de la naturaleza.
Pero si hay algo que no se puede dejar de hacer en Samaná es visitar el salto El Limón, considerada la más espectacular de las cascadas de la República Dominicana, que con sus más de 50 metros de caída sobre una piscina natural, deja sin palabras a quienes pueden disfrutar de semejante maravilla de la naturaleza. Y un baño en estas aguas, el broche final perfecto para este momento.